Decía Goethe:
“Trata a un ser humano como es, y seguirá siendo lo que es. Pero trátalo como puede llegar a ser, y se convertirá en lo que está llamado a ser”.
No somos conscientes, porque no nos lo han contado, de cómo nuestra mirada condiciona necesariamente la calidad del vínculo con el otro, pero no solo el vínculo, sino las posibilidades de realización, no solo de todo ser humano, sino de toda forma de vida.
En psicología se le llama a esta mirada “mirada apreciativa”.
Intenta recordar aquellas maestras y maestros, y no tienen por qué ser solo los de la escuela, sino que puede ser una abuela, un amigo…
Intenta traer a la memoria a aquellas personas que te han causado una profunda influencia positiva en tu existencia, que de alguna manera te dieron alas, que de alguna manera eran un lugar seguro en un entorno en el que quizás, por los motivos que fueran, no había tanta serenidad, tranquilidad o seguridad.
Si pensamos invariablemente en esas personas que nos dieron alas, que nos dieron confianza, nos daremos cuenta que surge ese milagro de la mirada apreciativa. Una mirada que, a veces, no necesita palabras.
Benjamin Zander es uno de los grandes directores de orquesta que existe en la actualidad , es además un gran docente. Él utiliza el poder de las expectativas, es decir, llamirada apreciativa para destacar el mayor potencial de sus alumnos.
El primer día de clase Zander reúne a sus alumnos y les dice: “Les pongo un diez a todos, todos tienen un diez. Ahora van a ir a sus casas y, en casa, van a escribir una carta y, en esa carta, van a decir qué clase de persona son cuando son realmente sobresalientes. ¿Cómo son? Describan y diganme qué van a hacer el resto del año para ser esa persona y mantener el diez”. Entonces les dice: “Enamorense de esa persona ssobresaliente comportense como esa persona”.
La mirada que tenemos sobre los demás da alas a su potencial. Es una forma de afecto que dispara la capacidad de superar obstáculos.
Mira a los demás como te gustaría que fueran, comportate con ellos como si fueran la persona que te gustaría que fueran y espera a ver qué pasa…
Pero te invito a que empieces por Ti.
Te propongo un ejercicio:
-Describe con todo lujo de detalles cómo es/sería la persona de la que te gustaría enamorarte.
– Ahora piensa y describe cómo crees que tiene que ser la persona de la que él o ella se enamoraría.
-Y a continuación, haz todo lo que puedas por convertirte en esa persona.
No es magia, son las emociones y la inteligencia trabajando juntas y a tu favor.
Extraido de mirada apreciativa por Alex Rovira.
