Un hombre estaba poniendo flores en la tumba de su esposa, cuando vio a un chino poner un plato de arroz en la tumba vecina.

El hombre se dirigió al chino y le preguntó levemente burlón:

“disculpe señor, de verdad usted cree que el difunto vendrá a comer el arroz?”

“Sí ” respondió el chino, “cuando el suyo venga a oler sus flores!”

Respetar las opiniones de otros es, sin lugar a dudas, una de las mayores virtudes que puede poseer un ser humano.

Esta virtud es fundamental en la convivencia social y en la construcción de sociedades democráticas y tolerantes.

A continuación se presentan algunas RAZONES por las cuales el respeto a las opiniones ajenas es una virtud valiosa:

no juzgues…comprende.

Diversidad de pensamiento:

El mundo está lleno de personas con diferentes experiencias, valores, culturas y perspectivas. El respeto a las opiniones de otros reconoce la riqueza que aporta esta diversidad de pensamiento a la sociedad. A través del respeto a las opiniones ajenas, se pueden explorar diferentes puntos de vista y enriquecer el entendimiento del mundo.

Fomenta el diálogo:

El respeto hacia las opiniones de otros es esencial para el diálogo constructivo. Cuando las personas sienten que sus opiniones son respetadas, están más dispuestas a participar en conversaciones abiertas y a considerar otros puntos de vista. Esto promueve el entendimiento mutuo y la resolución pacífica de conflictos.

Tolerancia:

El respeto hacia las opiniones de otros es un pilar fundamental de la tolerancia. La tolerancia implica aceptar que las personas tienen el derecho a pensar de manera diferente y a expresar sus opiniones, siempre y cuando no se infrinjan los derechos de los demás. La tolerancia es esencial para la convivencia pacífica en sociedades diversas.

Aprendizaje continuo:

Nadie tiene todas las respuestas ni posee la verdad absoluta. Respetar las opiniones de otros nos permite aprender de las experiencias y conocimientos de los demás. Al escuchar y considerar diferentes perspectivas, podemos ampliar nuestro propio horizonte y mejorar nuestra comprensión del mundo.

Fortalece las relaciones interpersonales:

El respeto hacia las opiniones de los demás es esencial en las relaciones personales y profesionales. Cuando mostramos respeto hacia las opiniones de nuestros amigos, familiares y colegas, fortalecemos los lazos de confianza y construimos relaciones más saludables y duraderas.

Promueve la democracia:

En una sociedad democrática, el respeto hacia las opiniones de los demás es fundamental. La democracia se basa en la participación ciudadana y el derecho a la libre expresión. Respetar las opiniones de otros es esencial para garantizar que todos los ciudadanos tengan la oportunidad de participar en el proceso democrático.

Evita conflictos innecesarios:

El respeto hacia las opiniones ajenas puede prevenir conflictos innecesarios. Cuando las personas se sienten despreciadas o menospreciadas debido a sus opiniones, es más probable que surjan tensiones y enfrentamientos. El respeto mutuo contribuye a la armonía y a la resolución pacífica de desacuerdos.

Aquí tienes algunos elementos sobre cómo puedes practicar y mejorar esta habilidad:

Escucha activamente:

Cuando alguien exprese una opinión, escucha atentamente sin interrumpir. Presta atención a lo que están diciendo y demuestra interés genuino por su punto de vista. Haz contacto visual y asiente de vez en cuando para mostrar que estás escuchando.

Suspende el juicio:

Evita juzgar de inmediato las opiniones de los demás. Recuerda que cada persona tiene su propio conjunto de experiencias y valores que influyen en sus puntos de vista. Antes de emitir un juicio, intenta entender por qué alguien piensa de esa manera.

Haz preguntas clarificadoras:

Si no estás seguro de entender completamente la opinión de alguien, pregunta de manera respetuosa para obtener más información. Esto demuestra tu interés por comprender su perspectiva en lugar de asumir lo que quieren decir.

Gestiona tus emociones:

Es natural que puedas sentir emociones intensas cuando alguien exprese una opinión con la que no estás de acuerdo. Sin embargo, es importante mantener la calma y no dejar que las emociones negativas te dominen. Respira profundamente y recuerda la importancia de mantener un diálogo constructivo.

Encuentra puntos en común:

A menudo, incluso en situaciones de desacuerdo, puedes encontrar puntos en común o áreas de acuerdo parcial. Reconocer estas similitudes puede ayudar a suavizar las diferencias y facilitar un entendimiento mutuo.

Respeta el derecho a la diferencia:

Reconoce que todas las personas tienen derecho a tener opiniones diferentes. Incluso si no estás de acuerdo, respeta su derecho a expresar sus ideas y creencias siempre que no infrinjan los derechos de los demás.

Evita la confrontación innecesaria:

No todas las diferencias de opinión requieren un debate intenso. A veces, es mejor dejar que las diferencias existan sin intentar convencer a la otra persona de que cambie de opinión. La aceptación de la diversidad de opiniones es una forma de respeto en sí misma.

Ofrece tus opiniones de manera respetuosa:

Cuando expreses tu propia opinión, hazlo de manera respetuosa y considerada. Evita ataques personales o críticas hirientes. Cuanto más respetuosamente expreses tus propias ideas, más probable es que los demás hagan lo mismo contigo.

Aprende de los desacuerdos:

Los desacuerdos pueden ser oportunidades para aprender y crecer. Puedes ganar una perspectiva más amplia al considerar diferentes puntos de vista. Aprovecha estas oportunidades para reflexionar sobre tus propias creencias y aprender más sobre el mundo que te rodea.

Fomenta el respeto en tu entorno:

Promueve una cultura de respeto en tus relaciones personales y en tu comunidad. Modela el comportamiento respetuoso y anima a los demás a hacer lo mismo.

Te invito a que respondas a estas tres preguntas:

¿Te resulta difícil seguir una conversación con alguien que no comparta tu misma opinión?

¿Sueles levantar la voz para fortalecer tu opinión sobre las demás?

¿Te cuesta aceptar que el otro puede tener razón?

Desarrollado por Belén Oubiña Gomez, coach de equipos.