¿Por qué no logro hacer las cosas que quiero hacer?
Te propones un objetivo, algo que es importante para ti, pero no lo lográs.
¿Cómo puede ser?
No haces lo que hay que hacer para lograrlo. Te das cuenta, piensas y piensas en eso, te sentís culpable, pero sigues cayendo en lo mismo.
¿Por qué te pasa esto?
• ¿Si quieres aprobar los exámenes y recibirte, ¿por qué no estudias y punto? ¿No será que, al fin y al cabo, no te interesa tanto la carrera que estudias?
• Y si quieres bajar de peso, ¿por qué sigues comiendo lo que te engorda y, encima, te hace mal? Tal vez te gusta estar gordo.
• ¿Será que realmente las quieres? ¿Será que te “saboteas”? ¿Será que “no tienes voluntad”?
¡Esas explicaciones no son correctas!
Esas explicaciones no sólo son incorrectas sino que, aparte, no sirven para resolver el problema. Piénsalo, ¿para qué queremos explicaciones que no nos sirven para resolver el problema?
La verdad es que…
- No hay ningún boicoteador en tu interior que maneje los hilos de tu conducta.
- No hay ningún inconsciente en el que tu quieras hacerte daño.
Esto NO es un problema de voluntad.
Nuestros comportamientos se ven influenciados por muchos factores. Entre esos factores que influyen están las consecuencias que traen nuestros propios comportamientos: “si hago tal cosa, sucederá tal otra”. Pero las consecuencias también son muchas y van cambiando con el tiempo.
¿Qué quiere decir esto?
Tal vez te suene esta situación: pienso en que “…tengo que trabajar, terminar un informe, estudiar para un examen…” mientras estoy en casa, acompañado por un chocolate y Netflix en la TV…
Dos caminos enfrente: ¿qué consecuencias tiene cada uno?
- Si me pongo a trabajar o estudiar, en el mismo momento la consecuencia es más negativa, pues me esfuerzo, hago algo que no me da demasiado placer. Pero a largo plazo las cosas cambian, pues la consecuencia es que me va bien en el trabajo o en los exámenes.
- Si me pongo a comer chocolate y mirar una serie, en el mismo momento la consecuencia es positiva, ya que eso me da un placer inmediato, hago lo que me da la gana. Pero a largo plazo las cosas no son tan buenas: engordo y no cumplo con mis obligaciones, me complico los días siguientes porque tengo que hacer apurado todo lo que no hice hoy.
Para lograr el objetivo diariamente, te puede servir:
Alejate de las tentaciones
Si quieres ahorrar, por ejemplo, no te vayas a mirar tiendas de ropa. O, si vas, no lleves dinero ni tarjetas.
Tomá nota de tus logros
Anotá todos los días que logres, lo que te has propuesto en un calendario o una agenda. Por cada día en que lo lograste, marcalo.
Reconocé el avance
Cada día logrado, ayúdate con algún pensamiento positivo, como “hoy lo hice”, “estoy más cerca”. Y si un día no cumples, reconoce el error, pero no te autocastigues severamente ni te sientas culpable, porque eso va a empeorar tu estado de ánimo y puede hacer que abandones. Es sólo un fallo en el camino, nada más. Mañana arrancás de nuevo, listo.
No te rindas, nunca.
Y no lo dudes, ante cualquier consulta podes contactarte con nuestro staff de profesionales de Create Espacio que estamos dispuestos a ayudarte. Dejanos un mensaje con tu inquietud y nos comunicaremos a la brevedad para acompañarte.
