Las tres Ranas

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Había un gran grupo de ranas que siempre iba a divertirse al bosque. Todas cantaban y saltaban hasta que caía la noche. Permanecían muertas de la risa y nada las separaba.

Un día, en su salida acostumbrada, fueron a conocer un bosque nuevo. Estaban en sus juegos cuando tres de ellas cayeron en un profundo foso del que ninguna se había percatado.

Las restantes se conmocionaron. Miraron hacia el fondo del foso y vieron que era demasiado profundo.

“Las perdimos”, dijeron.

Las tres ranas caídas intentaron subir por las paredes del foso, pero les resultó muy difícil. Apenas avanzaban un metro y volvían a caer.

Las demás comenzaron a comentar que sus esfuerzos eran inútiles.

¿Cómo iban a lograr escalar una pared tan alta?

Era mejor que se resignaran.

No había nada que hacer.

Dos de las ranas escucharon esos comentarios y comenzaron a rendirse. Pensaron que las demás tenían razón.

La tercera rana, en cambio, siguió subiendo y cayendo, pero tras un par de horas, consiguió salir a la superficie.

Las demás estaban asombradas. Una le preguntó:

 “¿Cómo lo lograste?”

 

Pero la rana no contestó.

Era SORDA.

 

El poder de la opinión ajena puede ser tanto positivo como negativo.

Si bien es importante tener en cuenta lo que los demás piensan de nosotros, no debemos permitir que la opinión ajena nos defina o nos desanime de nuestros objetivos y metas.

Es importante confiar en nosotros mismos y en nuestra propia capacidad para tomar decisiones y actuar en consecuencia.

 

En tu vida, ¿cuántas veces la opinión del otro ha influido en tu proceder?

 

¿Qué aprendiste de esa situación?

 

Desarrollado por Belén Oubiña, coach de equipos.

Editado por Ernesto Carlos Uriarte, coach ontológico, terapeuta holístico.

 

Bibliografía:

https://tucuentofavorito.com

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